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viernes, 25 de marzo de 2011

Tu adios

El sonido de la campanilla retumbó en los altos techos del edificio de medicina laboral donde determinarían la procedencia o no de la licencia solicitada para acompañar en sus últimos días a un pequeño paciente que se resistía a bajar los brazos.

La voz en el móvil, sin alarmar, motivaba su llamado en un pequeño sangrado de la naríz que estaba costando controlar. Con insistencia y preocupación el trámite quedó resuelto. El largo camino de regreso atravesando la ciudad, se hizo eterno.
Al entrar, desde la habitación matrimonial-enfermería Sabina dejaba escapar sus mejores acordes. Escuchaban música, padre e hijo compartían sus mejores temas.
- Uno más de Sabina-, la métrica justa para el efecto narcótico de la morfina. Otro taponcito de algodón, y otro más, ya habían sido varios.
Otro tema, ahora de Peteco, lo que le gusta.
- Papi, ... poné ...la de ...la estrellita azul... con el hijo- pausadamente pero decidido, casi en un hilo de voz, pedía un tema.
-Llamala a Mercedes, decile que me sangra.
-Un taponcito más y volver a llamar, en cualquier momento, a cualquier hora. Parecía pasajero, parecía que paraba, parecía que nos daba un poquito más.
-Mamá, decile que ya paró, no quiero ir al hospi-, la débil y entrecortada voz, infundía fuerza.
-Parece que paró, no se ve más el hilito de sangre brotar al lado del taponcito.  Al otro lado del teléfono, una vez más, su peregrina azul ponía un voto de confianza en ese pequeño gladiador que se negaba a dejar ese débil cuerpecito.
La música paró y el aire sólo era atravesado por el sonido pesado y aletargado de su respiración. Cada vez más costosa, más lenta, más trabajosa.
Agitado y jadeante, como si las palabras de por sí se quedaran atascadas en su garganta, casi en un grito desesperado pidió:- Mamí, mami... me arrepentí... llamala a Mercedes... decile que quiero ir para allá.
El "si quiere venir, venganse" bastó para estar en camino inmediatamente. Seguramente con una transfusión, una bolsita de plaquetas o un "churrasquito" de rojos, se estabilizaría, pararía el sangradito y se sentiría más sereno.
La brisa primaveral que entraba por la ventanilla del auto no era suficiente, el aire faltaba y sentía que se ahogaba.
-Mamá... me parece... que no.. llego al hospi..
- Sí que vamos a llegar, ahora vamos con Mercedes. Te abro más la ventanilla para que entre más aire.
La distancia parecía duplicarse en cada cuadra, el pañuelo blanco esgrimido enérgicamente, la bocina en un sólo ruido frenético, maniobras bruscas. -Pa.. menos mal ... que cambiaste... el rulemán.
La aliviante arquitectura del hopital se vislumbró. El auto recorrió las escasas dos cuadras que mediaban entre la desesperación y el alivio. Se paró frente a la puerta, para dejar bajar al niño en brazos, acurrucado, agitado, jadeante, implorante: -Mamá.. Papá ya llegamos?
Escaleras, recepciones, corredores y pasillos, rápidamente fueron sorteados para entrar al servicio de oncología. -Mercedes!!.. Mercedes!!
Joaquincito atraviesa el vestíbulo,allí  la siente, sólo él la siente. Él ya advirtió su presencia, "ella está acostumbrada a que la reciban con espanto, los que pueden verla,  (...) huyen vertiginosamente (...)". El pequeño Joaco entra al consultorio y más que nunca sigue pidiendo por su Mercedes.
Detrás de la puerta, la balsámica voz, anuncia la llegada de Mercedes y con ella, el consuelo, la esperanza, el permiso. -Mercedes, poneme la mascarita... no puedo respirar.
-Tranquilo, Joaco.
-Papá... Te quiero mucho... Mamá... te quiero mucho.. qué... te pasa... Papá... no llorés ... no seas maricón... me... vas a ir... a ver al cajón? Dales.. un beso ... Lula y Pauli
-Pará, Joaco, te queremos, tranquilo, te ponemos la mascarita.
- Gracias Mercedes,... gracias María,... gracias tucumana,... gracias Marcelo,... gracias Gimena...
-Mercedes..., decime la verdad... yo de acá no salgo vivo
-Joaco, tranquilo. Te quiero mucho.
-Ma... Pa... Decile a Marcos de la moto... la escalera de Carolo.


"Está acostumbrada a que la reciban con espanto. A cada visita suya, los que pueden verla -los gatos, los perros, los ratones- huyen vertiginosamente o enloquecen la cuadra con sus ladridos, sus chillidos y su agorero maullar. Los otros, los moradores del mundo secreto -los personajes pintados en los cuadros, las estatuas de los jardines, las cabezas talladas en los muebles, los espantapájaros, las miniaturas de las porcelanas- fingen no enterarse de su cercanía, pero enmudecen como si imaginaran que así va a desentenderse de ellos y de su permanente conspiración temerosa." 
                                                                  El hombrecito del azulejo - MANUEL MUJICA LAINÉZ


13 comentarios:

  1. Que o Senhor abençoe vocês e os carregue no colo a cada dia.

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  2. ¿Te acordás cuando íbamos las tres en el auto con las nenas, Emilio y Paula, la Tía Paula, dijo que si Joaco se había ido con total entereza y dignidad nosotros ahora no podíamos hacer menos? Yo no me olvido nunca. Tampoco me olvido que sus padres, Caro y Lucho, sin egoísmo lo compartieron con nosotros... con todos nosotros los que lo amamos, los que tenemos miles de historias para contar, los que compartimos hermosos momentos, risas, complots, juegos, caricias, expresiones, actos de la escuela, tantas pero tantas cosas... Y las nenas...??? tan valientes... acompañaron sin dudas ni reparos hasta el final... no habrá nada más eterno para Joaco que el amor de ustedes cuatro...

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  3. se me salen las lagrimas de solo leer esto, no me imagino lo fuerte del momento y sobretodo el revivirlo para contarnos.. Joaquin realmente fue un niño guerrero y luchador. Gracias por contarnos su historia.
    Lamento mucho tu perdida pero estoy segura que los recuerdos te ayudan a aplacar el dolor de su ausencia.
    Mil Bendiciones!

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  4. Joaco nos enseñó en cada momento de su vida. Gracias por tus palabras.

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  5. oh Dios mio!! siento vuestra perdida,acabo de descubrir tu blog y no me imaginaba lo que iba a encontrar,tan duro!!! no se que palabras darte para que pudieras sentirte mejor,desde aquí te mando toda mi fuerza para aliviar tu duelo,te seguiré desde aquí si te sirve de algo.
    Un abrazo enorme.

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  6. duele mucho, mucho la impotencia de no haber podido hacer nada... para que esté, para impedir que se nos fuera... su hombrecito del azulejo es un pequeño consuelo...saber que lo acompañó

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  7. Hola! Llevo dias pensando en como escribir este comentario, porque en mi familia pasamos también por el cancer infantil, y mi sobrino tampoco pudo sobrevivir por más que luchó y luchamos con él. No hay palabras de aliento. Solo puedo decirte, que lo que he leido de tu hijo me hace ver que fue un ser muy especial, muy fuerte, y que les dejo a ustedes una gran lección de vida, que nunca se dejen derrumbar por las adversidades, que se lucha hasta el final, y que hay que ser fuerte en todo momento, aunque no haya esperanzas.
    Esa lección tambien nos la dejó mi sobrino, no tenia 4 años aún y nos demostro que era el ser más valiente, más luchador y más poderoso de todos.
    Nunca entenderé porque los niños deben enfermarse así, y mucho menos entiendo por qué deben morir (yo también perdí un hijo de 4 meses de gestación), solo Dios conoce los motivos, lo cierto es que venimos al mundo a aprender nuevas lecciones para crecer espiritualmente y evolucionar, y muchas veces nuestros hijos son nuestros mejores maestros.
    Un fuerte abrazo.

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  8. Faith: lamento lo de tu sobrino. Sabrás lo difícil que es ir transitando, pero al final del camino los recuerdos son tan lindos que no hacemos más que sonreir a la par de Joaco.
    Gracias por tus palabras
    Un beso enorme

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  9. Hola, que bueno volver por aquí y comprobar que todo está tan bello como siempre, mis más sinceras felicitaciones.
    Perdoname por mi tardanza pero aunque suene ha escusa, la casa, el trabajo, la familia y mis revisiones medicas me roban el tiempo.
    Deseo que estes muy bien y espero poder entrar y dejarte comentarios m´ñas a menudo pero quiero que sepas que siempre te llevo en mi corazón.
    besos Nati.
    No creas que he olvidado el ofrecimiento de un cuento para tu precioso hijo, donde tenga un nido donde vivir eternamente, lo que ocurre que cada vez que lo intento me pongo un poco triste y tengo que dejarlo pero te prometo que lo haré y le daré el nido mejor para vivir, en cada palabras que escriba para él ira mi corazón solo dame un poco de tiempo gracias.

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  10. Nati: Gracias por seguir visitando el blog. Me imagino que no debe ser sencillo. Ya vas a ver que cuando menos lo pienses sóla te va a venir la inspiración seguramente conectada con algún rincón de él. Te mando un beso re grande.

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  11. Hola, ví tu visita a mi blog, y quise pasar a visitarte, acabo de leer esta entrada y no puedo parar de llorar, no te voy a decir que sé como te sientes o te sentiste, porque yo que tengo un niño de 2 años y medio, ahora mismo no puedo imaginarme mi vida sin él, sólo puedo mandarte desde aquí un fuerte abrazo y mucho ánimo, seguiré visitándote. Besos

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  12. Muchisimas gracias por compartir esta emotiva historia. Desde hoy te sigo y te acompaño.

    Y bueno, te invito a mi casa, donde serás muy bien recibida!

    http://www.creciendocondavid.com/

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  13. Gracias, querido, inolvidable, compañero, Joaco. Como diría Almudena, nunca serán bastantes.

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