Durante estos tres años viví al ritmo de tus sonrisas. No sé cómo siempre tenías una sonrisa para darnos. Todas la sonrisas en las que te retrato, volvíamos de una quimio, un pinchazo, una anestesia, un "tatuaje", los rayos, o habías estado volando de fiebre, o con innumerables vómitos, con cansancio, malestar, diarrea, dolor de cabeza, dolor de panza, de espalda o de hueso, pero siempre cuando se terminaba nos dabas tu mejor sonrisa. Al lado nuestro siempre estaba tu "Hombrecito del azulejo"
jueves, 25 de diciembre de 2008
Tu última Navidad
Habías mejorado un montón. La navidad nos agarró afuera, por suerte!!! Podíamos pensarla y planificarla. El matabre relleno como todos los años dejaba sentirse en toda la casa. Se acercaba el día. Los sueños, las expectativas, las alegrías. Estabas, podíamos pensarte, podíamos contarte. Era suficiente.
Cuántos regalos para tocar!!! Estabas como loco tratando de averiguar cuáles eran los paquetes para vos. Mediste la cantidad de espacio que había entre el árbol y los regalos y te diste cuenta que eran muchos paquetes para todos los chicos. María Y Emilio recibieron sus primeros regalos. A Emilio lo ayudaste a romper los papeles de sus sorpresas.
Lula repartía los regalos, mientras chusmeabas los paquetes con tus deditos pequeños para los que nada tenía secretos.
Pobre María, como dormía y era muy chiquita entre los tres le abriron todos los regalos!!
Se portó Papá Noel!!! La escopeta que le habías pedido y las zapatillas de las tres rayitas!!!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)