Hola Joaco, todavía no puedo entender que no estés acá cada día que pasa se me hace mas difícil pilotearla. Es la primera vez que te escribo y veo esa sonrisa tan hermosa que se me cae una lágrima, hemos pasado tantos tiempos tan hermosos que solo vos y yo sabemos lo bien que lo hemos pasado. Acá en casa siempre hablamos de vos, tus hermanas te extrañan un montón, mamá está al pie del cañón con el blog, no hay día que no entre a tu página, como siempre pesada ya lo sabemos. Bueno hijo es la segunda navidad que no vamos a estar con vos, solo nuestro corazones saben cuanto te extrañamos. Te amo joaco papaaaaaaaaaá
Durante estos tres años viví al ritmo de tus sonrisas. No sé cómo siempre tenías una sonrisa para darnos. Todas la sonrisas en las que te retrato, volvíamos de una quimio, un pinchazo, una anestesia, un "tatuaje", los rayos, o habías estado volando de fiebre, o con innumerables vómitos, con cansancio, malestar, diarrea, dolor de cabeza, dolor de panza, de espalda o de hueso, pero siempre cuando se terminaba nos dabas tu mejor sonrisa. Al lado nuestro siempre estaba tu "Hombrecito del azulejo"
lunes, 20 de diciembre de 2010
Con Marquitos
Después de una larga noche de pesca, desayuno de por medio, se fueron al muellecito a escuchar el lento paso de las lanchas por el río.
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