Durante estos tres años viví al ritmo de tus sonrisas. No sé cómo siempre tenías una sonrisa para darnos. Todas la sonrisas en las que te retrato, volvíamos de una quimio, un pinchazo, una anestesia, un "tatuaje", los rayos, o habías estado volando de fiebre, o con innumerables vómitos, con cansancio, malestar, diarrea, dolor de cabeza, dolor de panza, de espalda o de hueso, pero siempre cuando se terminaba nos dabas tu mejor sonrisa. Al lado nuestro siempre estaba tu "Hombrecito del azulejo"
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Te extrañamos tanto...
ResponderEliminarque bella fotografía!!! esos son los momentos en los que hay que aferrarse. esas sonrisas te harán recordar esos momentos tan hermosos y mágicos que pasaron juntos. momentos que cada uno de ustedes disfrutó.
ResponderEliminarun beso enorme y gracias por pasar a visitarme:)
mi enana ya está mucho mejor. ayer volvimos a casa y solo queda darle unos días mas con el inhalador. un abrazo
Nenina