Cumplías cinco años. Ese 10 de marzo amanecimos en el hospital, terminábamos la tercer quimio.
En la Unidad 9 te saludaron todas las doctoras y las enfermeras, y se apuraron para darte el Alta, querían que estuvieras en casa con las chicas. Mientras tanto, todos esperaban tu llegada, hubo torta y te hicieron un multitudinario asado. Como siempre, cuando volvías de las quimios se apuraban todos a verte y saludarte, después teníamos que estar unos días en casa, para pasar la baja de defensa en casa.
Paula te vino a ver tempranito en la mañana al hospi y te trajo tu regalo. Estabas contento y fastidiado, ya era hora de irse. Pau me ayudó un poco a sostenerte, deshabilitar el cateter no era cosa fácil. Era la única que se animaba, te sosteníamos fuerte para que no te lastimaras o no se infectara el cateter.
Estabas muy cansado, los tres días de quimio te habían agotado, igual juntaste todas tus fuerzas, y soplaste fuerte la vela. Se suponía que cuando la prendiéramos iba a sonar el feliz cumpleaños, pero de tan trucha no sonó nada. Nos cagaron en el super!!!
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