Esa tarde estuviste prácticamente todo el tiempo con el traje del Hombre Araña... hasta que Papá te dijo que quería verte la carita...
Estabas chocho con la guitarra que te regaló la tía Yolanda... como loco con los instrumentos... nosotros te habíamos regalado un órgano genial con el que jugabas mucho los días que pasabas en el hospi... Sacamos un montón de fotos, te parabas en las sillas y te tirabas como Spiderman sobre Pau, Isa o Eva...
Y después a jugar a la pelota... metías un montón de goles siguiéndole el paso al ritmo del cascabel...